¿Conoces el origen y los beneficios del aceite de argán?

El pueblo bereber, desde hace siglos, lleva haciendo uso de este aceite tanto para su alimentación, como para el cuidado de su piel y cabellos.  Este oro líquido, es habitualmente producido por cooperativas locales donde suelen trabajar mayoritariamente mujeres de la región y se obtiene mediante el fruto del árbol de Argán (Argania spinosa) que crece únicamente en Marruecos. Un dato a tener en cuenta es que, la región de Arganeraie, donde crece este árbol, fue declarado reserva de la Biosfera en 1998 por la UNESCO.

Hoy en día, el aceite de argán es uno de los ingredientes mas demandados por las empresas cosméticas que utilizan ingredientes naturales, debido a sus múltiples beneficios ya que contiene, entre otras características, el 80% de los ácidos grasos esenciales. Estos ácidos esenciales hidratan la piel en profundidad y la protegen de factores externos, reestableciendo su barrera natural. Además, es más resistente a la oxidación que el aceite de oliva.

Las cabras se alimentan del fruto del argán, subiéndose al árbol e ingiriéndolas”

Es muy curioso el papel que tienen las cabras en la obtención de este fruto, ya que se alimentan de este subiéndose al árbol e ingiriéndolas. Una vez han deglutido y digerido los frutos, su capa gruesa se disuelve, gracias a los jugos gástricos del animal. Una vez que defecan, se secan y, después, se extrae la semilla manualmente, para finalmente prensarla en frío. Este, es un modo de extracción mecánico que se realiza a baja temperatura, para poder preservar las propiedades de la fruta.

Además, el aceite de argán es muy sensible al calor y a la luz, por lo que debe el fruto debe ser prensado en frío para extraer su delicado aceite y no se recomienda someterlo a procesos que impliquen un calentamiento.

Algunas de las propiedades más importantes de este aceite son su alto porcentaje de ácidos grasos esenciales como hemos mencionado anteriormente, además de contener grandes cantidades de vitamina E (casi tres veces más que la del aceite de oliva). Para que estas propiedades estén presentes en el aceite y poder beneficiarse de ella, es necesario que sea cien por cien puro.

¿Y cómo se que es 100% puro?

Para saber si cumple esa característica, solo tenemos que observar si su olor es suave, su tacto es ligero y su color es dorado traslúcido y no oscuro. También recomendamos que os fijéis en las etiquetas de los productos que adquiráis y que estas no contengan “mineral oil” o “paraffinum liquidum”. Además de eso, es importante que sea de aceite de argán, y no una mezcla que lo contiene en pequeños porcentajes. Por otra parte, recomendaríamos que se escoja este aceite con certificación ecológica, la cual asegura una mayor calidad.

Teniendo todo eso en cuenta, el aceite de argán es un aceite que triunfa en la industria cosmética, ya que es uno de los aceites más extraordinarios que tenemos hoy en día. ¿Todavía no conoces sus beneficios?  Te los contamos a continuación:

  • Es perfecto para la hidratación del cabello y de la piel. También es bueno para nutrir las uñas y además ayuda a que el cabello crezca y aporta un brillo excelente.
  • No genera comedones, por lo que es apto para pieles grasas con tendencia acnéica.
  • Es cicatrizante, por lo que este aceite es perfecto para cicatrizar y heridas, así como para la prevención y disminución de las estrías.
  • Apto para prevenir arrugas y aportar luminosidad, flexibilidad y suavidad al rostro.
  • Calma las irritaciones cutáneas.
  • Es antiséptico y antifúngico.

Os animamos a que probéis este aceite tan beneficioso y nos hagáis saber si habéis notado alguna mejoría en vuestro rostro o cabello.